Ellos pueden ser conocidos como el mejor amigo del hombre, pero los perros jugando en el patio de la prisión de Wojkowice, en el sur de Polonia, estÔn ahà para enseñar esa misma lección para los reclusos que no siempre ven las cosas de esa manera.
Los presos condenados por delitos de crueldad contra animales se han puesto en contacto cercano con perros de un refugio local, muchos de ellos vĆctimas de abusos por parte de humanos, gracias a un programa especial diseƱado por el gobierno local.
DespuƩs de tres meses de aprender a cuidar y entrenar a sus nuevos amigos, los internos se tuvieron que despedir de los perros, ya que estaban listos para pasar a un nuevo hogar.
Fue un momento muy emotivo para muchos.
Visto con escepticismo al principio, el esquema ha demostrado ser extremadamente popular entre los presos que optan por participar, quienes admiten sin dudas que el programa ofrece muchos resultados.
¿EstĆ”s de acuerdo con este tipo de terapias? ¿Crees que los presos aprendan de esta manera a valorar mĆ”s a los animales?
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