Estimula la mente de tu perro a través del olfato con ejercicios que
tiendan a la relajación.
El olfato del perro, un sentido hiper desarrollado
El olfato es un sentido híper desarrollado en el perro,
de hecho, el olfato es 10.000 veces más sensible a su gusto. En comparación con
las personas, el perro posee unos 200 millones de receptores
olfativos en las fosas nasales y en algunos sabuesos llega
a los 300 millones, mientras que el hombre solo tienen 5 millones de esos
receptores.
El olfato del perro es entre 1 y 100 millones de veces
más sensible que el humano, según la sustancia. Hay olores que pasan
desapercibidos para el ser humano y que el perro es capaz de captar con total
nitidez, pudiendo distinguir incluso entre dos gemelos idénticos.
¡Y
mayor distancia! Con el olfato el perro
alcanza un área de hasta 150 cm2 mientras que el humano solo alcanza hasta 10
cm2.
Son muchas las funciones que desarrolla
el sentido del olfato. Desde detectar hembras en celo, encontrar el rastro de comida o una
posible presa, etc. Tanto es así que hoy en día se
adiestran aprovechando su capacidad olfativa para la solución
de problemas de conducta y en aplicaciones útiles para el hombre como detectar
ataques epilépticos, materiales diversos, enfermedades como la diabetes o diferentes tipos de
cáncer. Son solo algunas muestras de todo lo que nariz de un perro puede hacer
con resultados científicamente probados.
Estimular su olfato para la relajación
Una de las actividades más importantes a la hora de cubrir las necesidades
de nuestro perro es estimular su mente a través del
olfato. Nuestro perro tiene una gran capacidad olfativa y nos abre
un gran número de olores y posibilidades a nuestra disposición tanto para
relajarle como para estimularle.
Dependiendo de cómo planteamos el ejercicio puede ser relajante o estimulante. Si lo planteamos
haciendo una parada en el paseo, colocando trozos pequeños de comida en un
espacio donde haya césped para que no nos vea y tenga que utilizar el olfato,
dejándole 10 minutos para que pueda buscar por su cuenta sin utilizar señales y
continuamos el paseo, seguro que será relajante para él. Si ese ejercicio lo
hacemos al bajar a la calle viendo cómo lanzamos la comida en el suelo,
teniendo que contener su energía mientras espera, hasta enviar una orden, ese
ejercicio se convierte en excitante y no consigue el efecto de relajación
buscado.
Ejercicios de olfato que tienden a la relajación
pueden ser:
· Poner trozos de comida en el
suelo, por ejemplo entre el césped,
para que utilice su olfato.
· Colocar comida en pequeños
trozos junto con otros objetos que no sean de comer para
que tenga que utilizar el olfato y diferenciar lo que es comida de lo que no,
siempre asegurándonos que nuestro perro no se vaya a comer esos objetos por
descuido.
· Dejar trozos de comida entre medias de una manta para que tenga que
utilizar su olfato junto con su ingenio para llegar a ellos.
· Utilizar en la calle
un árbol para dejar trozos de comida en la
corteza o alrededor de los huecos del árbol para que el olor no venga de
lugares más altos, etc
· Dejar un olor
diferente dentro de casa que sea
estimulante para nuestro perro, como puede ser el olor de otro perro o el olor
impregnado de una comida muy sabrosa sin que esté a la vista para que se pueda
deleitar un buen rato percibiendo y separando los olores que recibe uno a uno.
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