No se había
movido en dos días. Esta pobre perrita es todo un milagro de Dios. Se trata de
la historia de una perra abandonada con su mandíbula rota, por lo que no podía
ni comer.
Se recibió una llamada de reporte
sobre una perra callejera que no se había movido del mismo sitio a lo largo de
un par de días, con lo que se dirigieron al sitio para saber qué ocurría.
Resulta que la perra estaba
hambrienta y no podía comer debido a una fractura en su quijada, de esta manera
lo único que podía hacer era quedarse recostada.
El equipo de rescate la tomó
inmediatamente para trasladarla a sus instalaciones y poder iniciar el proceso
de curación. La pobre perra estaba tan enclenque que no podía sostenerse de
pie, con lo que la acostaron en una mesa con mucho cuidado.
Examinaron su quijada y
apreciaron que varios de sus dientes estaban rotos, conque anudaron un alambre
en la parte baja de su quijada para asistir a curar la fractura.
Estabilizar su quijada le dejó
comer de nuevo, y esto le hizo ganar un tanto de fuerza. Sin esa ayuda para
arreglar su mandíbula, la pobre perra seguramente nunca habría comido
nuevamente.
Debido a las donaciones de la
gente que escuchó su historia, Animal Aid pudo salvar a esta perra a tiempo y
recobrar su salud. ¡No vas a poder creerlo cuando veas a Dory en nuestros días!
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