Al parecer hace unas semanas la perrita dio a luz a cinco cachorros, y además de su camada ella le dio la bienvenida al mono, el cual nunca se quiso apartar de ella, según Semana. Aún no sabemos qué pasó con sus cachorros.
Se cree que el mono llegó a las calles de Cartagena después de que personas inescrupulosamente lo sacaron de su hábitat para luego abandonarlo en uno de los barrios de la ciudad, donde finalmente halló a la perrita que lo terminó adoptando.
Las personas observaban con asombro la enternecedora escena que protagonizaban los dos animales cuando se paseaban inseparables por el barrio.
Uno de los vecinos informó del hecho a la policía, y cuando llegaron al lugar, ninguno de los oficiales logró separar con éxito a los animales, que reaccionaban agresivamente cada vez que lo intentaban. El mono siempre trataba de volver al lomo de su madre adoptiva.
Perrita sin hogar adopta a un mono abandonado
Ahora, los expertos aconsejan que no separen a la perrita del mono. Según Enrique Zerda, etólogo de la Universidad Nacional, explicó estos animales hay un vínculo irrompible.
Enrique Zerda dijo a Caracol Radio:
“Ellos forman en su cerebro el reconocimiento de quién es su mamá, el reconocimiento de su especie, esto es un mecanismo de aprendizaje regulado genéticamente que no se puede revertir una vez creado”.
Él agrega que en caso de que el mono y la perrita sean separados, ocurriría algo similar a lo que pasa con los seres humanos. Por eso aseguró que en caso de que tal separación ocurriera, lo más posible es que el mono capuchino no sobreviva.
Otro de los riesgos es que, el mono al no poder defenderse en la selva, sea rechazado por los de su misma especie.
La perrita y su hijo adoptivo fueron enviados a una reserva donde se encuentran muy bien cuidados.
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