Enseñar a los niños a cuidar a sus mascotas a través del juego
Cuando
niños y mascotas conviven en el hogar, es muy importante que haya unas
normas básicas de convivencia para que la relación entre ellos sea buena
y no haya riesgos de que ni unos ni otros sufran daños.
Los
animales no son juguetes, pero sí se puede inculcar a los niños cómo
cuidar de ellos utilizando el juego. La predisposición natural de los
niños a jugar, hace que esta sea una herramienta ideal para enseñarles
valores y buenos hábitos sin que se sientan presionados a aprender.
Cuidar de nuestras mascotas es divertido

A partir de los tres años los niños
pueden ayudarnos a cepillar a la mascota, al principio ayudados por
nosotros y luego, cuando aprendan a hacerlo con cuidado, podrán hacerlo
ellos solos. Otras actividades en las que pueden participar es cambiando
el agua o poniendo la comida a la mascota. Así irán aprendiendo que
esta necesita unos cuidados y que nosotros somos responsables de que los
reciben.
Si nuestra mascota es un perro, pueden acompañarnos
cuando lo saquemos a pasear. Una vez en el parque se puede dejar que los
niños jueguen con él un rato, lanzándoles una pelota o un palo y
corriendo con ellos. Esto es beneficioso para los niños porque, además
de divertirse, estarán realizando una actividad física, muy importante
para que se desarrollen fuertes y sanos y para que al final del día
estén más cansados y duerman mejor.
Enseñar a los niños a ser responsables jugando
Uno
de los valores más importantes que adquieren los niños cuando tienen
una mascota es el de la responsabilidad. Cuidar de su mascota y ver que
crece sana y alegre los hará sentirse más seguros de sí mismos, tener
una autoestima alta y sentirse más capaces de alcanzar sus metas. Todo
esto se puede reforzar por medio del juego. Podemos proponer a los niños
metas y objetivos que alcanzar. Por cada cosa que hagan bien pueden
ganar puntos y avanzar en el juego recibiendo más responsabilidades y
recompensas.
Así, a medida que crecen, serán cada vez más
autónomos de cara al cuidado de sus mascotas, tendrán más
responsabilidades que irán aprendiendo poco a poco y de nuestra mano, y
serán recompensados por hacer bien el trabajo que se les ha asignado.
Todo ello sin que ellos se sientan forzados a hacerlo, por lo que
disfrutarán más del tiempo que dedican a su mascota, reforzando el
vínculo con esta y sintiéndose más independientes y capaces.
El
juego es una de las mejores formas de aprender. Diseñar aventuras para
nuestros hijos y nuestras mascotas es la forma perfecta de que la
mascota perciba al niño como alguien que lo va a cuidar y proteger y de
que el niño sea consciente de que las mascotas no son solo un
divertimento más.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Ingrese su comentario.