"Hoy iba en un taxi,
y el conductor me preguntó:
¿Puedo parar un segundo?
Me pregunte dentro de mi ¿porque?
¿Y
me sentí sorprendido?
No muy tardío el conductor me dijo:
Es que compré una comidita para esos perritos.
Le dije gracias por ayudarlos.
Hoy vi otra perspectiva de que existen personas
con un corazón noble que no son egoístas y les importa el prójimo como este
taxista, Hoy me dio una lección y a la vez una esperanza, ya que hay muchas
personas que dices ser animalistas y gritan cuando algo malo pasa con estos
amiguitos callejeros, pero no hacen nada por cambiar su vida.
No se necesita gritar a los cielos de tu labor
que haces por los demás, las personas verán y resaltarán tu labor si lo deseas,
solo se parte del cambio y ayuda en lo que puedas y como puedas a un callejero,
no solo seas un veedor más…
RECUERDA:
¡se necesitan más personas así en el
mundo y la próxima puedes ser tú!"
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